Todos sabemos que para los gobiernos el medio ambiente no es una cuestión prioritaria, que éste, en lugar de ser visto como una de las riquezas del país, es más bien un estorbo que dificulta sus planes de “progreso”, o lo que entienden ellos por “progreso”, es decir: todo es supeditado a la economía, modificando leyes y normas y en el peor de los casos saltándoselas con tal de hacer realidad sus ambiciones. No importa llevarse por delante todo lo que a su paso encuentren: conciencia, moral, civilidad, patrimonio natural y cultural, salud, educación, bienestar, etc., dejando con sus actos un país arrasado, empobrecido, desestructurado, y moralmente arruinado.
Son muchos los ejemplos que tenemos, sin alejarnos en el tiempo; el ladrillo. Esta ha sido una de las mayores agresiones contra nuestro medio natural y moral. Políticos de cualquier cuño se corrompieron y especularon hasta la saciedad, llevándonos a la actual ruina. Los ecologistas, entre otros, ya nos opusimos a esta locura, prediciendo lo que se avecinaba, por lo que nos granjeamos la critica de una buena parte de la ciudadanía, jaleada por aquellos que decían que preferíamos ver a la gente en cuevas, como en la prehistoria, que “progresando” en la vida. Mirémonos ahora, ese cacareado “progreso” lo único que ha traído ha sido mucha riqueza para una pocos, y una gran pobreza para el resto.
Se equivocan aquellos que anteponen el mal llamado “progreso” a la conservación y extensión de nuestro medio natural. Su conservación, es más que progreso, es bie nestar para los ciudadanos de este país, por ello nosotros realizamos, apoyamos y alentamos acciones de denuncia y protesta en contra de su destrucción.
Estas acciones son muy variadas, utilizando cuantos recursos legales tenemos en nuestras manos y siempre de carácter pacífico, por lo que nunca nos podrán acusar de violentos, aunque si de radicales, pero no por intransigente, sino por ir a la raíz de los problemas.
En ésta defensa del progreso, que no es otra cosa que la defensa de nuestro territorio y todo lo que en él vive, no vamos solos, sino que siempre buscamos la unidad con otros grupos ecologistas o interesados en la defensa del medio natural, además no tenemos ningún inconveniente en que otros grupos y asociaciones nos pidan apoyo o usen nuestro nombre para esta defensa.